El sueño de Antonio Espejo, su fundador, de continuar el legado y la tradición familiar en el mundo del mueble. El sueño de su hermano Manuel, de poder algún día dedicarse al diseño de espacios y a la decoración, convirtiéndose en referente internacional en el área del interiorismo. El sueño de su padre Manolo, de triunfar como empresario en el mundo del mueble, creándose a sí mismo y estableciendo un vínculo empresarial y de vida con Cuba, que ha sabido transmitir a su hijo. El sueño de su abuelo Antonio, artesano ebanista, de poder forjar con sus propias manos, muebles con una esencia propia que se perpetúan  a través de las generaciones, pasando de padres a hijos para vivir una y mil vidas. Fruto de esa tradición familiar en el mundo del mueble, la pasión por el diseño y la búsqueda constante de nuevos retos de todo el equipo, hoy podemos mostrar orgullosos más de 20 años de trabajo desarrollado en los 5 continentes, y basado en la combinación de innovación y tradición, en el uso de la última tecnología y las materias primas ligadas directamente a la tierra, en el trabajo en equipo de los mejores profesionales internacionales, codo con codo con los artesanos más cualificados de las comunidades en las que nos implantamos.